15 de diciembre de 2011

Combat Commander: Cold Front



Staritsa, Unión Soviética, 30 de diciembre de 1941.- El “General Invierno” detuvó la ofensiva alemana a finales de 1941. Con el frente estabilizado, en las últimas semanas de 1941, el 31º Ejército Soviético –parte del Frente de Kalinin del General Yushkevich– recibió un gran flujo de tropas siberianas. Vestidos con chalecos acolchados y gorros de piel y acostumbrados al frío, lideraron muchas de las acciones de pequeñas unidades arriba y abajo del helado frente. Uno de tales ataques tuvo lugar cerca de Staritsa, al Noroeste de Moscú, cuando las tropas alemanas del 18 Regimiento de Infantería estaban luchando por permanecer calientes en sus trincheras.

Las fuerzas:

El jugador soviético lidera un destacamento de infantería ligera, compuesto por doce pelotones de subfusileros de la Guardia, liderados por 4 sargentos, (dos de Mando 2 y otros dos de Mando 1). Su potencia de fuego es muy elevada, especialmente en las melees, pero su alcance esta limitado a tres hexágonos, por lo que van a comenzar a recibir fuego aleman mucho antes de poder responder.

Los alemanes disponen de dos líderes, ambos con Mando 2. Tres pelotones de regulares y un equipo, apoyados por dos MGs ligeras, una pesada y una carga Satchel, junto con seis trincheras. 

La fuerza aliada es la atacante, por lo que dispone de una mano de 6 cartas, pudiendo jugar hasta 5 por turno. Además, cuentan con la carta de iniciativa, pero mueven y despliegan primero. Los alemanes defienden, por lo que solo disponen de 4 cartas, pero pueden ejecutar hasta tres ordenes por turno.


Duración de la partida:

Se inicia en el turno 5, y acaba en el 13. Hay tiempo.

El mapa:

La línea gris marca el tope del despliegue aleman, la roja, el despliegue aliado. Ninguno de los objetivos del mapa otorga, a priori, puntos de victoria. El objetivo de la partida es sacar tropas por el despliegue enemigo, doblándose los puntos que se obtienen normalmente de esta manera.



Despliegue soviético:

Parece tentador dividir los pelotones en cuatro grupos de asalto, y asignar a cada uno un mando. Pero así, cuando comiencen las bajas, los grupos perderan potencia y para cuando alcancen las líneas alemanas no podran sostener un tiroteo. Montar dos grupos, cada uno apoyado por dos mandos para mantener elevada la moral y el movimiento puede dar un resultado mejor. 

Los principales adversarios son los pantanos y el río. Atravesar cada uno de ellos cuesta tres puntos de movimiento, pero la única forma de ganar es cruzándolos.

La zona boscosa situada al sur es un trampolín muy tentador, desde allí, puede sostenerse un tiroteo contra los edificios de enfrente, o ganar la zona boscosa central atravesando un único hexágono despejado. Si se envía un grupo potente por esta zona, puede dividirse al llegar a la linde y hacer ambas cosas.

En el norte el terreno esta mucho más abierto, pero no puede dejarse desprotegido, para evitar que el aleman saque unidades por esa área, que además recuperaría como refuerzos casí inmediatamente. Es mejor que el grupo sur absorba las cartas de fuego, al tener mejores coberturas, y maniobrar por el norte cuando el jugador del Eje no tenga mano con la que impedirlo.

No hay que preocuparse por unidades descolgadas, con cinco ordenes por turno es fácil que recuperen el ritmo. Las ordenes prioritarias son mover y avanzar, especialmente si alguna de las MGs alemanas se atasca. No vale la pena enfrascarse en tiroteos salvo que la alternativa a disparar sea descartarse, y aún así, no siempre.


Despliegue aleman:

La mayor ventaja del Eje es desplegar después del atacante, con lo que el despliegue debe hacerse como respuesta al contrario. La segunda mayor ventaja es el superior alcance de sus armas, aunque una de ellas, al azar, comience la partida estropeada a causa del frío. 

Dadas las características del mapa, lo ideal es una defensa en profundidad, el único problema es que no hay unidades suficientes. Pueden desplegarse en una primera línea, en el edificio grande del norte y la línea de bosque frente al pantano para comenzar a golpear al ruso desde el turno uno. En el momento en que los rusos amenacen  estas posiciones, hay que replegarse a las trincheras, cavadas en la retaguardia.

No vale la pena malgastar órdenes de fuego en el propio turno, es mucho más efectivo utilizarlas mientras el ruso trata de avanzar.

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